sábado, 10 de noviembre de 2012

Reproducción

INTRODUCCIÓN

La reproducción es el proceso por el cual procrean los organismos o células de origen animal y vegetal. Es una de las funciones esenciales de los organismos vivos, tan necesaria para la preservación de las especies como lo es la alimentación para la conservación de cada individuo.
En casi todos los organismos animales la reproducción ocurre durante o después del periodo de crecimiento máximo. En las plantas, que continúan creciendo durante toda su vida, la relación entre crecimiento y reproducción es más compleja. Los organismos vegetales tienen el crecimiento limitado por sus características hereditarias y por las condiciones del medio en que viven.
Hay muchas maneras de reproducirse, y para su estudio se agrupan en dos tipos:
  • Reproducción asexual.
  • Reproducción sexual.

REPRODUCCIÓN ASEXUAL

Algunos organismos se pueden reproducir de forma asexual, es decir no intervienen las células sexuales. En este caso, una célula hija del progenitor se separa y forma un individuo completo. En este tipo de reproducción un solo progenitor interviene y para lo cual no existen células u órganos reproductores especiales.
La reproducción asexual resulta del proceso de división celular o mitosis. De esta división se separan células nuevas de un solo progenitor.
Existen varios tipos de reproducción asexual mediante las cuales las características hereditarias de los descendientes son idénticas a las del progenitor, es común en los microorganismos, plantas y animales de organización simple.

TIPOS DE REPRODUCCIÓN ASEXUAL

 

Bipartición o fisión binaria: es la forma más sencilla en organismos unicelulares, cada célula se parte en dos, previa división de núcleo (cariocinesis) y posterior división de citoplasma (citocinesis). Ej: microrganismos como bacterias y amebas.

Gemación: es un un sistema de duplicación de organismos unicelulares donde por evaginación se forma una yema que recibe uno de los núcleos mitóticos y una porción de citoplasma. Uno de los organismos formados es de menor tamaño que el otro. Ej. esponjas de mar.

Fragmentación: en pluricelulares se denomina a la separación de porciones del organismo que crecen hasta convertirse en otro individuo. Pueden producirse por simple ruptura o por destrucción de partes viejas , que dejan separadas partes de la planta (Frutilla, Elodea) que se transforman en individuos independientes. La estrella de mar puede regenerar su cuerpo de un fragmento del cuerpo original. 

Esporulación: se forma una espora que queda unida al organismo progenitor hasta que madura. Ej. helechos y hongos.

REPRODUCCIÓN SEXUAL

Para la reproducción sexual se requiere de dos progenitores, y siempre se producen dos hechos importantes: fecundación y meiosis.




En el ser humano.

En el proceso de reproducción humana, participan dos tipos de células sexuales, o gametos.
El gameto masculino, o espermatozoide, y el gameto femenino, u óvulo, se juntan en el sistema reproductor femenino y conforman una nueva persona. Tanto el sistema reproductor femenino como el masculino son esenciales para la reproducción. Los seres humanos, al igual que otros organismos, transmiten algunas de sus propias características a la siguiente generación a través de sus genes, los portadores especiales de los rasgos humanos. Los genes que los padres transmiten a sus hijos son los que hacen que esos niños se parezcan a otras personas de la familia, pero son también los que hacen que cada niño sea único. Estos genes provienen del espermatozoide del padre y del óvulo de la madre, los cuales son producidos por los sistemas reproductores masculino y femenino.



La mayoría de las especies tienen dos sexos: masculino y femenino. Cada sexo cuenta con su propio sistema reproductor. La estructura y la forma son diferentes, pero ambos están diseñados específicamente para producir, nutrir y transportar el óvulo (o huevo) o el espermatozoide.
A diferencia de las mujeres, cuyos órganos sexuales se encuentran ubicados en su totalidad dentro de la pelvis, los órganos reproductores del hombre, o genitales, se encuentran tanto dentro como fuera de la pelvis. Los genitales masculinos incluyen:
los testículos
el sistema de conductos, conformado por el epidídimo y el conducto deferente
las glándulas accesorias, que incluyen las vesículas seminales y la próstata
el pene.
En un muchacho que ha alcanzado su madurez sexual, los dos testículos producen y almacenan millones de diminutos espermatozoides. Los testículos son ovalados y crecen hasta alcanzar aproximadamente 5 centímetros de longitud por 3 centímetros de diámetro. Los testículos también forman parte del sistema endocrino, porque producen hormonas, entre las que se encuentra la testosterona.
La testosterona es muy importante en la pubertad de los muchachos, y a medida que recorren la pubertad, sus testículos producen cantidades cada vez mayores de esta hormona. La testosterona es la responsable de que los muchachos desarrollen voces más graves, músculos más grandes y vello en lacara y el cuerpo. También estimula la producción de espermatozoides. Junto a los testículos, se encuentran el epidídimo y el conducto deferente, que conforman el sistema de conductos de los órganos reproductores del hombre. El conducto deferente es un tubo muscular que pasa junto a los testículos y transporta el líquido que contiene los espermatozoides, denominado semen. El epidídimo es un conjunto de tubos en forma de espiral (uno para cada testículo) que se conecta al conducto deferente.
El epidídimo y los testículos cuelgan en una estructura similar a una bolsa, ubicada fuera de la pelvis y denominada escroto.
Esta bolsa de piel ayuda a regular la temperatura de los testículos, que debe ser inferior a la temperatura corporal para producir espermatozoides. El escroto cambia de medida para mantener la temperatura adecuada. Cuando el cuerpo está frío, el escroto se encoge y se vuelve más ajustado para mantener el calor corporal en su interior. Cuando está cálido, el escroto se agranda y se vuelve más fláccido para eliminar el exceso de calor. Esto ocurre sin que un muchacho siquiera lo piense. El cerebro y el sistema nervioso dan las indicaciones al escroto para que cambie de tamaño. Las glándulas accesorias, incluyendo las vesículas seminales y la glándula prostática, proporcionan los fluidos que lubrican el sistema de conductos y nutren el esperma. Las vesículas seminales son estructuras similares a bolsas que están unidas al conducto deferente, a un costado de la vejiga. La glándula prostática, que produce algunas partes del semen, rodea a los conductos eyaculatorios en la base de la uretra, justo debajo de la vejiga. La uretra es el canal que conduce el semen hacia el exterior del cuerpo, a través del pene. La uretra también forma parte del sistema urinario, porque es el canal a través del cual pasa la orina cuando sale de la vejiga y abandona el cuerpo.
En realidad, el pene está formado por dos partes: la diáfisis y el glande. La diáfisis es la parte principal del pene y el glande es la punta (a veces, denominada "cabeza"). En el extremo del glande, hay una pequeña ranura o abertura, por la cual, a través de la uretra, salen el semen y la orina del cuerpo. La parte interna del pene está formada por un tejido esponjoso que se puede expandir y contraer. Todos los niños nacen con un prepucio, un pliegue de piel ubicado en el extremo del pene, que cubre el glande. Algunos niños son circuncidados, lo cual significa que un médico o un miembro del clero cortan el prepucio. La circuncisión suele llevarse a cabo en los primeros días de vida del bebé. Si bien la circuncisión no es clínicamente necesaria, los padres que deciden circuncidar a sus hijos a menudo lo hacen por creencias religiosas, preocupación por la higiene, o por razones sociales o culturales. El pene de los niños circuncidados no es diferente del pene de los demás niños: todos los penes funcionan de la misma manera y tienen la misma sensibilidad, sin importar que se haya retirado el prepucio
La producción de testosterona provoca muchos cambios físicos. Si bien el ritmo en el que aparecen estos cambios es diferente en cada muchacho, las etapas de la pubertad suelen seguir una secuencia fija.
Durante la primera etapa de la pubertad masculina, el escroto y los testículos aumentan de tamaño.
A continuación, el pene se agranda, y las vesículas seminales y la glándula prostática crecen.
Comienza a aparecer vello en el área púbica y, más tarde, crece en lacara y los brazos. Durante este tiempo, la voz de un muchacho también se vuelve más grave.
Los muchachos también pegan un estirón durante la pubertad y alcanzan la altura y el peso adultos. Una vez que un muchacho llega a la pubertad, producirá millones de espermatozoides por día. Cada espermatozoide es extremadamente pequeño: tan solo 0,05 milímetros de largo. Los espermatozoides se desarrollan en el interior de los testículos, dentro de un sistema de diminutos tubos denominados túbulos seminíferos. En el momento del nacimiento, estos túbulos contienen células redondas simples, pero durante la pubertad, la testosterona y otras hormonas hacen que estas células se transformen en espermatozoides. Estas células se dividen y modifican hasta que tienen una cabeza y una cola corta, como los renacuajos. La cabeza contiene material genético (genes). Los espermatozoides utilizan sus colas para trasladarse por el epidídimo, en donde completan su desarrollo. Después, los espermatozoides se mueven hacia el conducto deferente, o conducto eyaculatorio. Las vesículas seminales y la glándula prostática producen un líquido blanquecino denominado líquido seminal, que se mezcla con los espermatozoides para formar el semen cuando el hombre recibe estímulos sexuales. El pene, que suele estar fláccido, se pone rígido cuando el hombre se excita sexualmente. Los tejidos del pene se llenan de sangre y éste se pone rígido y erecto (una erección). La rigidez de un pene erecto hace que sea más fácil introducirlo en la vagina de la mujer durante una relación sexual. Cuando se estimula el pene erecto, los músculos que rodean a los órganos reproductores se contraen y fuerzan el paso del semen a través del sistema de conductos y la uretra. El semen es empujado hacia afuera del cuerpo a través de la uretra; este proceso se denomina eyaculación. Cada vez que un hombre eyacula, puede liberar hasta 500 millones de espermatozoides.
Cuando el hombre eyacula durante una relación sexual, deposita el semen en la vagina de la mujer. Desde la vagina, los espermatozoides se trasladan a través del cuello del útero y atraviesan el útero con la ayuda de las contracciones uterinas. Si hay un óvulo maduro en una de las trompas de Falopio de la mujer, un solo espermatozoide puede penetrarlo y se produce la fertilización, o concepción.
Este óvulo fertilizado se llama cigoto y tiene 46 cromosomas: la mitad provienen del óvulo y la otra mitad del espermatozoide. El material genético del hombre y el de la mujer se combinan para crear un nuevo individuo. El cigoto se divide una y otra vez a medida que crece en el útero de la mujer, y madura con el transcurso del embarazo hasta convertirse en un embrión, un feto y, finalmente, un recién nacido.

A diferencia del hombre, la mujer tiene el sistema reproductor ubicado íntegramente en la pelvis (que es la zona baja del abdomen). La parte externa de los órganos reproductores femeninos se denomina vulva, que significa "cubierta". La vulva, que está ubicada entre las piernas, cubre la abertura que conduce a la vagina y a otros órganos reproductores ubicados dentro del cuerpo. La zona carnosa ubicada justo por encima de la parte superior de la abertura vaginal se denomina monte de Venus. La abertura vaginal está rodeada por dos pares de membranas, denominadas labios. El clítoris, un pequeño órgano sensitivo, está ubicado hacia la parte delantera de la vulva, donde se unen los pliegues de los labios. Entre los labios, hay aberturas hacia la uretra (el canal que transporta la orina desde la vejiga hacia la parte externa del cuerpo) y la vagina. Una vez que una niña alcanza la madurez sexual, los labios externos y el monte de Venus se cubren con vello púbico.
Los órganos reproductores internos de la mujer son la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios. La vagina es un tubo muscular hueco que se extiende desde la abertura vaginal hasta el útero. La vagina de una mujer madura mide aproximadamente de 8 a 12 centímetros. Dado que posee paredes musculares, puede expandirse y contraerse. Esta capacidad de ensancharse o afinarse permite que la vagina pueda albergar algo tan delgado como un tampón o tan ancho como un bebé. Las paredes musculares de la vagina están recubiertas por membranas mucosas, que la mantienen húmeda y protegida. La vagina tiene dos finalidades: es el lugar en el que se introduce el pene durante las relaciones sexuales, y también es el camino por el cual un bebé sale del cuerpo de la mujer durante el parto, denominado "canal de parto".
La abertura de la vagina está cubierta por una lámina delgada de tejido, con uno o más orificios, denominada himen. El himen suele ser diferente de una persona a otra. En la mayoría de las mujeres, el himen se estira o rasga después de la primera experiencia sexual, y es posible que sangre un poco (esto suele provocar un poco de dolor, o puede resultar indoloro). No obstante, en algunas mujeres que han tenido relaciones sexuales, el himen no sufre grandes modificaciones.
La vagina se conecta con el útero, o vientre, en el cuello uterino. El cuello uterino tiene paredes fuertes y gruesas. La abertura del cuello del útero es muy pequeña (no es más ancha que una pajilla), razón por la cual un tampón no puede quedar nunca dentro del cuerpo de una mujer. Durante el parto, el cuello del útero se puede expandir para permitir el paso del bebé. El útero tiene forma de pera invertida, con un recubrimiento grueso y paredes musculares; de hecho, el útero posee algunos de los músculos más fuertes del cuerpo. Estos músculos son capaces de expandirse y contraerse para albergar al feto en crecimiento y después ayudan a empujar al bebé hacia afuera durante el parto. Cuando una mujer no está embarazada, el útero mide tan solo 7,5 centímetros de largo y 5 centímetros de ancho.
En las esquinas superiores del útero, las trompas de Falopio conectan el útero con los ovarios. Los ovarios son dos órganos con forma de óvalo ubicados en la parte superior derecha e izquierda del útero. Producen, almacenan y liberan óvulos en las trompas de Falopio en un proceso que se denomina ovulación. Cada ovario mide, aproximadamente, de 4 a 5 centímetros en una mujer madura. Existen dos trompas de Falopio, cada una de ellas unida a un lado del útero. Las trompas de Falopio miden, aproximadamente, 10 centímetros de largo y son tan anchas como un espagueti. Dentro de cada tubo hay un pequeñísimo canal, del ancho de una aguja de coser. En el extremo opuesto de cada trompa de Falopio, hay una zona de bordes irregulares que tiene el aspecto de un embudo. Esta zona de bordes irregulares envuelve al ovario, pero no se conecta totalmente a él. Cuando un óvulo sale de un ovario, entra en la trompa de Falopio. Una vez que el óvulo se encuentra en la trompa de Falopio, los diminutos pelos del recubrimiento del tubo lo empujan hacia el útero a través del estrecho pasaje.
Los ovarios también forman parte del sistema endócrino, porque producen las hormonas sexuales femeninas, como el estrógeno y la progesterona.

Sistema circulatorio


Sistema Circulatorio
Partes y Función

A grandes rasgos, el sistema circulatorio está formado por:
• El corazón, una bomba biológica que impulsa sin pausa y de forma rítmica la sangre a través del organismo.
• Un sistema de vasos sanguíneos  que podemos catalogar en arterias, arteriolas, venas, vénulas y capilares.
• La sangre, el fluido vital que circula por esos vasos.

 Podemos resumir sus tareas de esta manera:
Lleva nutrientes y oxígeno a las células.
• Transporta las hormonas desde las glándulas endocrinas que las segregan hasta los órganos donde actúan.
• Toma los productos de desecho metabólico (dióxido de carbono, etc.) y otras sustancias que eliminan las células y los conduce hasta su destino de eliminación.
• Tiene una irreemplazable misión en la regulación de la temperatura corporal. La bomba de la vida

El músculo cardiaco se encuentra aproximadamente en el centro en la cavidad torácica, protegido por las costillas y el esternón. Su tamaño se compara al de un puño cerrado. Un tabique central lo divide en dos: el corazón izquierdo y el corazón derecho. A su vez, estas dos mitades poseen cada una dos cavidades: una cavidad receptora llamada aurícula y una cavidad de descarga, denominada ventrículo. Estas dos cavidades se comunican a través de los orificios aurículoventriculares, los cuales están provistos de sendas válvulas. Este órgano, formado principalmente por tejido muscular, se contrae de manera rítmica, impulsando así la sangre por los vasos, cumpliendo dos circuitos fundamentales. En uno de ellos, bombea sangre venosa cargada de dióxido de carbono a los pulmones, donde células sanguíneas intercambian su carga de dióxido de carbono (CO2) por oxígeno (O2). En el circuito complementario, se bombea esa sangre oxigenada recibida de los pulmones a todas las partes del organismo. Un complejo sistema de válvulas asegura que el flujo de la sangre se produzca en forma unidireccional.
Desde los pulmones llega la sangre oxigenada y el ventrículo izquierdo la bombea a todo el cuerpo en un circuito que se denomina Circulación Mayor. La sangre va por la arteria aorta, un gran vaso que al ramificarse da lugar a las arterias sistémicas, arteriolas (50 micrómetros) y capilares (10 micrómetros). A través de estos últimos se realiza el intercambio de oxígeno y otras sustancias, las cuales difunden a través de los capilares y atraviesan el espacio ocupado por el líquido tisular que rodea las células. La sangre retorna al corazón derecho por medio de las vénulas y venas. La aurícula derecha recibe la sangre de todo el cuerpo (excepto de los pulmones) por medio de la vena cava superior que trae la sangre de la cabeza, los brazos y la parte superior del cuerpo y la vena cava inferior, desde la parte inferior del cuerpo. En la Circulación Menor el ventrículo derecho impulsa la sangre carboxigenada hacia los pulmones a través de la arteria pulmonar. A nivel de los alvéolos pulmonares se produce el proceso de hematosis, un proceso de intercambio, por el cual los glóbulos rojos cargan oxígeno y descargan dióxido de carbono que será finalmente exhalado durante la respiración. Al cerrarse el circuito, la sangre retorna a través de las venas pulmonares hacia la aurícula izquierda (representando el único caso en que una vena lleva sangre oxigenada), para luego iniciar nuevamente la Circulación Mayor.

Vasos sanguíneos

Arterias:
Sus paredes son fuertes y elásticas a fin de soportar la elevada presión de la sangre oxigenada. Por la presencia del tejido elástico las arterias responden en forma pasiva a la presión de la sangre contenida. El envejecimiento endurece y hace menos elásticas las paredes y las arterias tienden a encogerse, provocando modificaciones en la presión.

Arteriolas:
En ellas la capa media es de naturaleza muscular, por lo que los cambios de expansión y contracción son más bien activos. Gracias a esta propiedad, la cantidad de sangre que llega a los capilares puede aumentar o disminuir en respuesta a las necesidades de los tejidos. Muchos de estos cambios responden a estados emocionales: la palidez del miedo o el rubor facial de la vergüenza. Son las últimas ramas del árbol arterial.

Capilares:
Conectan las arteriolas con las vénulas y su función es el intercambio de líquidos, nutrientes, electrolitos, hormonas, etc. Sus paredes son muy delgadas y permeables.
 Vénulas:
Recogen la sangre de los capilares y se unen para formar venas.
 Venas:
Poseen tres capas al igual que las arterias pero más delgadas, especialmente la capa media. La presión en ellas es más baja en comparación con las arterias.





Respiración en animales.

Como hemos visto en clase, los animales pueden clasificarse también según el tipo de respiración que tienen.
En este sentido, podemos hablar de:
- Respiración cutánea.
- Respiración branquial.
- Respiración traqueal.
- Respiración pulmonar.


Respiración traqueal
Es el tipo de respiración que presentan los insectos. Las tráqueas son unos tubos que se abren al exterior por unos orificios denominados estigmas. Desde ellos penetran hacia el interior y disminuyen de diámetro, al tiempo que sus paredes se hacen más delgadas. Así, el oxígeno las atraviesa y llega a las células, al tiempo que el dióxido de carbono escapa de ellas.
Respiración branquial
Es el mecanismo más general de respiración en los animales acuáticos. Las branquias son órganos con paredes muy delgadas que, por el exterior, están en contacto con el agua, y por el interior, con multitud de capilares, que son los que realizan el intercambio: toman el oxígeno disuelto en el agua y ceden el dióxido de carbono.
Existen branquias en muchos tipos de animales acuáticos, con diferentes estructuras. Las encontramos en muchos anélidos marinos, en los moluscos acuáticos, en los crustáceos, en los peces y en las larvas de los anfibios.
BRANQUIAS EXTERNAS DE UNA LARVA DE ANFIBIO.
BRANQUIAS INTERNAS DE UN PEZ.

Las branquias pueden ser proyectadas fuera del animal (branquias externas) o estar alojadas en una cavidad comunicada con el exterior (branquias internas).
El agua que baña las branquias debe circular y renovarse continuamente.
Las condiciones que deben cumplir las branquias para ser efectivas en el intercambio de gases son:
poseer una amplia superficie, una epidermis fina y estar muy vascularizadas.



Respiración pulmonar
Muchos animales terrestres respiran mediante pulmones, que son cavidades internas en las que se encuentra la superficie respiratoria.
Algunas arañas tienen pulmones en libro.
Se trata de cavidades internas cuya pared está muy replegada, formando láminas muy finas.


Los pulmones de los vertebrados terrestres,son unos cavidades internas cuyas paredes están llenas de capilares sanguíneos.
Estos captan el oxígeno del aire y liberan el dióxido de carbono.
Los pulmones más simples son los de los anfibios. En los reptiles están tabicados, a fin de tener una mayor superficie.
En los mamíferos tienen alvéolos, que aumentan aún más la superficie.En las aves existen sacos aéreos, que actúan como reserva de aire y aumentan la eficiencia de la respiración.

PULMONES DE AVE.


En relación a la respiración en seres humanos, les acerco el siguiente mapa conceptual:




Se llama aparato respiratorio al conjunto de órganos que intervienen en la respiración (intercambio de oxígeno y dióxido de carbono con su entorno) de los organismos aeróbicos. Debido a que cada ambiente ofrece desafíos específicos para el mencionado intercambio gaseoso, es que estos órganos  utilizan   distintos    métodos     según            su             ecosistema.
 En el ser humano.
El hombre utiliza respiración pulmonar cuyo aparato respiratorio consta de:
         Sistema de conducción: fosas nasales, boca, faringe, laringe, tráquea, bronquios principales, bronquios lobares, bronquios segmentarios y bronquiolos.
·         Sistema de intercambio: conductos y los sacos alveolares.

Fisiología.

Consiste de un primer momento de inhalación, en el que la expansión de la caja torácica genera una pérdida de presión (vacío) que provoca el ingreso de aire atmosférico hasta los sacos alveolares donde la sangre libera principalmente dióxido de carbono e incorpora oxígeno por difusión. Luego, el tórax se contrae (llamado exhalación) expulsando este aire. Estos movimientos las personas lo realizan la mayor parte del tiempo de forma automática (controlado por el sistema nervioso autónomo), aunque también puede realizarse de manera controlada, sobre todo para mejorar el rendimiento deportivo.

Descripción del proceso de respiración y su importancia.

El ser humano realiza 26,000 respiraciones al día en un adulto mientras que un recién nacido realiza 51,000 respiraciones al día. El proceso de  respiración consiste de un juego de la inhalación (entrada de aire, oxígeno) y de la exhalación (salida de aire, bióxido de carbono). Este proceso depende en gran manera del trabajo del diafragma. Durante la inhalación se contraen los músculos que levantan las costillas a la vez que se contrae el diafragma. En los alvéolos que están dentro de los pulmones, se produce la fase principal del proceso de respiración, la sangre intercambia bióxido de carbono por el oxígeno que entra cuando inhalamos.

El Sistema Respiratorio es el sistema responsable de distribuir el oxígeno que se encuentra en el aire a los diferentes tejidos de nuestro cuerpo y de eliminar el bióxido de carbono (CO2). Esta función principal de este sistema ocurre de la siguiente manera:
1. La sangre retira el bióxido de carbono de los tejidos y los lleva a los alvéolos pulmonares, donde a través de la exhalación se elimina de nuestro cuerpo.
2. A la vez que se elimina el bióxido de carbono, la sangre “recoge” el oxígeno para ser distribuido en todo nuestro cuerpo. El primer órgano que recibe oxigeno es el corazón. El componente de la sangre que es responsable del proceso de respiración es el glóbulo rojo. El glóbulo rojo actúa como medio de transporte tanto para el oxigeno como para el bióxido de carbono. Este contiene la hemoglobina que al combinarse con el oxígeno le da el color rojo a la sangre. Un segundo es suficiente para que el oxígeno se una a la hemoglobina, la que lleva este oxigeno a los tejidos de los órganos. La sangre recibe el bióxido de carbono que es un gas de los tejidos y lo transporta hacia los pulmones donde son desechados a través de la exhalación, completándose así el ciclo de la respiración.

Función de los órganos.
Vías Nasales:
Permitir la entrada del aire, el cual se humedece y calienta a una determinada temperatura.

Faringe:
Conducto músculo membranoso que ayuda a que el aire se vierta hacia las vías aéreas superiores.

Epiglotis:
Impide que los alimentos entren en la laringe y en la tráquea al tragar. También marca el límite entre la orofaringe y la laringofaringe.

Laringe:
La función principal de  la laringe es la filtración del aire inspirado. Además, permite el paso de aire hacia la tráquea y los pulmones y se cierra para no permitir el paso de comida durante la deglución si la propia no la ha deseado.

Tráquea:
Brindar una vía abierta al aire inhalado y exhalado desde los pulmones.

Bronquio:
Conducir el aire que va desde la tráquea hasta los bronquiolos.

Bronquiolo:
Conducir el aire que va desde los bronquios pasando por los bronquiolos y terminando en los alvéolos.

Alvéolo:
Permite el intercambio gaseoso, es decir, en su interior la sangre elimina el dióxido de carbono y recoge oxígeno.

Pulmones:
La función de los pulmones es realizar el intercambio gaseoso con la sangre, por ello los alvéolos están en estrecho contacto con capilares.

Músculos intercostales:
La función principal de los músculos respiratorios es la de movilizar un volumen de aire que sirva para, tras un intercambio gaseoso apropiado, aportar oxígeno a los diferentes tejidos.

Diafragma:
Músculo estriado que separa la cavidad torácica (pulmones, mediastino, etc.) de la cavidad abdominal (intestinos, estómago, hígado, etc.).Interviene en la respiración, descendiendo la presión dentro de la cavidad torácica y aumentando el volumen durante la inhalación y aumentando la presión y disminuyendo el volumen durante la exhalación. Este proceso se lleva a cabo, principalmente, mediante la contracción y relajación del diafragma.