sábado, 10 de noviembre de 2012

Sistema circulatorio


Sistema Circulatorio
Partes y Función

A grandes rasgos, el sistema circulatorio está formado por:
• El corazón, una bomba biológica que impulsa sin pausa y de forma rítmica la sangre a través del organismo.
• Un sistema de vasos sanguíneos  que podemos catalogar en arterias, arteriolas, venas, vénulas y capilares.
• La sangre, el fluido vital que circula por esos vasos.

 Podemos resumir sus tareas de esta manera:
Lleva nutrientes y oxígeno a las células.
• Transporta las hormonas desde las glándulas endocrinas que las segregan hasta los órganos donde actúan.
• Toma los productos de desecho metabólico (dióxido de carbono, etc.) y otras sustancias que eliminan las células y los conduce hasta su destino de eliminación.
• Tiene una irreemplazable misión en la regulación de la temperatura corporal. La bomba de la vida

El músculo cardiaco se encuentra aproximadamente en el centro en la cavidad torácica, protegido por las costillas y el esternón. Su tamaño se compara al de un puño cerrado. Un tabique central lo divide en dos: el corazón izquierdo y el corazón derecho. A su vez, estas dos mitades poseen cada una dos cavidades: una cavidad receptora llamada aurícula y una cavidad de descarga, denominada ventrículo. Estas dos cavidades se comunican a través de los orificios aurículoventriculares, los cuales están provistos de sendas válvulas. Este órgano, formado principalmente por tejido muscular, se contrae de manera rítmica, impulsando así la sangre por los vasos, cumpliendo dos circuitos fundamentales. En uno de ellos, bombea sangre venosa cargada de dióxido de carbono a los pulmones, donde células sanguíneas intercambian su carga de dióxido de carbono (CO2) por oxígeno (O2). En el circuito complementario, se bombea esa sangre oxigenada recibida de los pulmones a todas las partes del organismo. Un complejo sistema de válvulas asegura que el flujo de la sangre se produzca en forma unidireccional.
Desde los pulmones llega la sangre oxigenada y el ventrículo izquierdo la bombea a todo el cuerpo en un circuito que se denomina Circulación Mayor. La sangre va por la arteria aorta, un gran vaso que al ramificarse da lugar a las arterias sistémicas, arteriolas (50 micrómetros) y capilares (10 micrómetros). A través de estos últimos se realiza el intercambio de oxígeno y otras sustancias, las cuales difunden a través de los capilares y atraviesan el espacio ocupado por el líquido tisular que rodea las células. La sangre retorna al corazón derecho por medio de las vénulas y venas. La aurícula derecha recibe la sangre de todo el cuerpo (excepto de los pulmones) por medio de la vena cava superior que trae la sangre de la cabeza, los brazos y la parte superior del cuerpo y la vena cava inferior, desde la parte inferior del cuerpo. En la Circulación Menor el ventrículo derecho impulsa la sangre carboxigenada hacia los pulmones a través de la arteria pulmonar. A nivel de los alvéolos pulmonares se produce el proceso de hematosis, un proceso de intercambio, por el cual los glóbulos rojos cargan oxígeno y descargan dióxido de carbono que será finalmente exhalado durante la respiración. Al cerrarse el circuito, la sangre retorna a través de las venas pulmonares hacia la aurícula izquierda (representando el único caso en que una vena lleva sangre oxigenada), para luego iniciar nuevamente la Circulación Mayor.

Vasos sanguíneos

Arterias:
Sus paredes son fuertes y elásticas a fin de soportar la elevada presión de la sangre oxigenada. Por la presencia del tejido elástico las arterias responden en forma pasiva a la presión de la sangre contenida. El envejecimiento endurece y hace menos elásticas las paredes y las arterias tienden a encogerse, provocando modificaciones en la presión.

Arteriolas:
En ellas la capa media es de naturaleza muscular, por lo que los cambios de expansión y contracción son más bien activos. Gracias a esta propiedad, la cantidad de sangre que llega a los capilares puede aumentar o disminuir en respuesta a las necesidades de los tejidos. Muchos de estos cambios responden a estados emocionales: la palidez del miedo o el rubor facial de la vergüenza. Son las últimas ramas del árbol arterial.

Capilares:
Conectan las arteriolas con las vénulas y su función es el intercambio de líquidos, nutrientes, electrolitos, hormonas, etc. Sus paredes son muy delgadas y permeables.
 Vénulas:
Recogen la sangre de los capilares y se unen para formar venas.
 Venas:
Poseen tres capas al igual que las arterias pero más delgadas, especialmente la capa media. La presión en ellas es más baja en comparación con las arterias.





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